Candidatas 2 (Parte III).

Previously en Cadidatas 2: Estornudo conoce a La Recepcionista por Sexyono. Como no le encuentra demasiado atractivo, le sugiere ir a un telo salteando los pasos anteriores. La Recepcionista le dice de ir a tomar algo y que si se da, la puerta del telo está abierta. Arreglan el encuentro y Estornudo debe pasarla a buscar media hora después de la medianoche.

La Cita.
Salí de mi casa a eso de las doce. Había convencido a La Recepcionista de encontrarnos a las 12.30 en lugar de la 1 porque estaba aburrido. Antes de pasarla a buscar, fui a una YPF a comprar preservativos. Por si se daba lo del telo, ¿no?. En la YPF me encontré con el Muppet Gonzo, un amigo de la secundaria, que había pasado el último año entre Andorra y diferentes países de América y a quien no había visto desde la vuelta. Nos pusimos a charlar de su viaje, de su vida, de mi vida y se hicieron a las 12.45hs. Compré los preservativos y le mandé un mensaje a La Recepcionista avisándole que, al final, iba a llegar a la 1. Llegué 1.15hs. Parado en la vereda escuché el rudio de las llaves en la puerta, el saludo con la amiga y finalmente apareció. No voy a mentir. No estaba bien. Pero tan mal no estaba. Si la podía llevar al telo sin esfuerzo... Hasta que habló.

Estornudo: Perdoná que llegué tarde.
La Recepcionista: Está bien. Perdoná que te hice venir a este barrio. Encima en la esquina hay una fiesta de visheros. (En la esquina se escuchaba un boogie que me hacía acordar al Baile de Encanto Bajo el Mar de Volver al Futuro). Yo antes iba a ese club pero ahora se llena de visheros.

NdeR: Odio las expresiones "Vishero", "Negro de alma", "A los negros hay que matarlos a todos", etc. Se sube al auto y empezó casi un monólogo hasta las 2 y pico. Acá algunos de los mejores momentos.

Estornudo: ¿Y qué cenaron con tu amiga?
La Recepcionista: Pollo con ensalada que cociné yo.
Estornudo: ¿Te gusta cocinar?
La Recepcionista: Algunas cosas. Igual ahora tengo que seguir una dieta que me dio el médico porque soy alérgica a la insulina entonces eso me trae un montón de problemas físicos. Y bueno, a mi no me gusta como soy por eso, porque no me gusta ser gorda, entonces fui al nutricionista y me hizo una dieta.
Estornudo: ¿Y qué no podés comer?
La Recepcionista: Ahora, ponele, harinas.
Estornudo: Uh qué mal.
La Recepcionista: Igual no me gustan mucho las harinas porque no me gusta prepararlas. Odio ensuciarme las manos. Yo trabajo como recepcionista en una clínica pediátrica y estoy todo el tiempo pasándome alcohol para no agarrarme nada. El otro día un nene me tosió encima y ya veo que me voy a agarrar algo. Pendejos de mierda.

(...)
Estornudo: ¿Con quién vivís?
La Recepcionista: Con mi mamá y mi hermana. Vivía también mi abuela con nosotras pero falleció hace un mes (se pone a llorar).

En esto le pregunto a dónde podemos ir (estamos en una zona desconocida para mí) y me dice que si quiero podemos ir a Olivos. Yo pienso, "Ni a palos, mirá si me ve alguien conocido con vos". Como ella por Messenger había sugerido ir a una estación de servicio aprovecho que pasamos por una Shell y me meto. Compro un jugo y sigue:

La Recepcionista: Yo tuve un solo novio. Pobre, era re bueno, pero no daba y lo dejé. Lo que pasa es que él estuvo ahí cuando murió mi abuela y me re acompañó y bueno. Pero, te confieso algo, me daba ásco (así, acentuando la a). Yo lo veía ahí durmiendo al lado mío y me daba ásco. ¿Entendés lo que te digo? Ásco me daba.
Estornudo: ¿Pero asco en la cama?
La Recepcionista: No, ni cogí con él. No podía (mueve la cabeza varias veces en negación), me daba ásco. Fue el único novio que llevé a mi casa. En realidad no lo llevé, se me instaló. Vino el día que murió mi abuela y de ahí venía todos los días y se quedaba a dormir. Hasta que un día le dije basta, andate. Y él me pedía de volver pero no (vuelve a mover la cabeza en negación repetidamente).
Estornudo: ¿Cuánto salieron?

La Recepcionista: Cinco días.
(...)
La Recepcionista: Había otro chico que me encantaba. Fue el primero con el que tuve relaciones. El único. Pero él me llamaba sólo cuando quería coger. Y un día me dice que tiene novia y una hija (llora de nuevo). Igual me seguía llamando. Y yo iba. Me había aprendido sus francos y esos días no salía de mi casa por si él me llamaba (sigue lagrimeando).
(...)
La Recepcionista: Yo con mi hermana no soy nada que ver. Pero nada que ver. Ahora es la fiesta de 15 y ella quiere invitar a todos los amigos que son unos visheros (cuando dice visheros le agarra un tic en la boca y el ojo, sumado al gesto de negación repetida). Y yo le dije que no que a los amigos visheros no los podía invitar. Además ella quería ir de zapatillas, y no da, re vishera, tenés que usar zapatos.
Estornudo: Cómo la tenés con los villeros eh.

La Recepcionista: Bueno, qué querés que haga, los odio. Los odio. Además, te digo algo, yo sé que está mal, pero odio a los norteños. Tenía una compañera de facultad que me hablaba y yo la odiaba y no le contestaba y no sabía por qué. Y un día dice que es de Salta y me di cuenta por qué la odiaba.

Estornudo: Yo viví cuatro años en Formosa.
La Recepcionista: Bueno, no es lo mismo.
Estornudo: Mi hermana es formoseña.
La Recepcionista: Bueno, pero estoy segura de que no es como eshos.

No eran todavía las 3am cuando le dije "¿Vamos?". Nos levantamos, la llevé a su casa y me fui. A las 3.15 ya estaba en casa. A las 5am me llegó un mensaje de texto de ella: "Te aburriste. Perdón". No le contesté. A la mañana siguiente me llegó otro mensaje: "Anoche te mandé un mensaje, no te llegó?". Decidí confrontarla y abrí el Messenger.

Pasado mañana, el epílogo.